“Tras la
tormenta, vuelve la calma.”, pero hay tormentas y sirimiri, y el paso por el
BEC más bien ha sido una lluvia suave, que siendo optimistas, y a falta de
resultados a medio y largo plazo, podría ser buena para la siembra. Pero para
eso habrá que esperar.
Lo cierto es
que no creemos que la representación de Alemania fuera eso, representativa.
Había más empresas de otros países, y no eran “el país invitado”. Pero las pocas
que hubo, se trabajaron profesionalmente, se han atendido demandas y se ha cubierto
expediente… ahora falta que crezca la relación y que sea productiva.
Las
sensaciones, en general, han sido buenas (salvando las distancias, y nunca
mejor dicho). Se ha trabajado mucho y bien. Han sido unos días intensos pero
gratificantes. Consideramos que se han dado los primeros pasos en esta ardua
labor comercial.
Los resultados
habrá que verlos dentro de unos meses, viendo si el proceso sigue su curso, y
finalmente se traduce en facturación… y beneficios.
Como hecho
reseñable, que nos atañe como INGEBERRI, es que en la demanda de empresas extranjeras
un requisito excluyente en las entrevistas era la posesión de la ISO 9001, como
mínimo. De ahí, nos vamos a sistemas de gestión más exigentes, bajo el marco de
la TS o de la 9100.
Nuestros
clientes, que nos acompañaron en nuestro gran stand, han salvado este obstáculo
con holgura, pero muchas empresas se habrán quedado sin éstas entrevistas por
este hecho casi anecdótico. Puesto que, para empezar una relación comercial con
potenciales clientes, cada vez es más facultativo el hecho de poseer un sistema
de gestión para la calidad. Cuando menos nos dará una imagen de gestión.
Es interesante
la apuesta que están haciendo varias empresas francesas, al margen de la multinacional
Airbus, por el sector aeronáutico, y por cercanía y profesionalidad, por el
ámbito del mecanizado vasco. Resultado del mismo es la cada vez más exigida
normalización en ISO 9100, que se ocupa de dicho sector, tan exigente.
La conocida TS
(para automoción) ya resulta familiar entre nuestras empresas, sobre todo con
ya cierta estructura. Algo un poco alejada de empresa más pequeñas.
Lo cierto es
que el vocablo de moda para está temporada y parte de la que viene, es la
internacionalización, dejando atrás la palabra “innovación” (no así lo que ello
significa), que conlleva serías apuestas de futuro, entre las que se encuentran
la normalización de sistemas de gestión, la imagen corporativa o la unión de
empresas, (servicios en los que INGEBERRI tiene mucho que contar) son sólo los
pilares para ser competitivo en el extranjero, reducir costes o simplemente que
“te abran la puerta”.
Y a la espera
de recoger frutos, la única opción es seguir sembrando. ¡Y que llueva! A ver si
en la próxima feria llueve un poquito más.
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